Sillas de ruedas, la mudanza interminable y la Creación
Y al quingentésimo septuagésimo día Él dijo: «Ea, ¡que llevas un porrón sin escribir!» Entonces, el humilde siervo alzó la vista al cielo y con las cejas enarcadas marcando un gesto de resignada interrogación preguntó «¿Hoy? ¿Tiene que ser hoy?». Y tras ello pasó una nube con mirada desafiante –o al menos todo lo desafiante Leer más …