Spam pelota, pantalones vaqueros y los pajarillos

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Hola a todo el mundo.

Ya le perdí la cuenta a la cantidad de post que he comenzado de igual modo: Hace un montón que no escribo, que si he estado muy liado, que si no se qué, que si no se cuanto. El problema es que no tengo tiempo, apenas un ratito al día libre para mí… y ese breve espacio de tiempo es el que me paso tirado en la cafetería después de comer antes de entrar de nuevo en el trabajo, y claro, prefiero desconectar con un libro –actualmente estoy leyendo «El tiempo entre costuras» de María Dueñas, os lo recomiendo– que sacar el portátil y ponerme a escribir… aunque tenga bastante mucho «mono» de escribir.

En fin, finalizada la disculpa oficial y el párrafo de quejidos comunes es hora de entrar en materia.

Es sábado, temprano y aún así he llegado tarde. Esa media horita que me quedé en cama demás –tenía que haber salido de casa a las 5h15 y salí a menos cuarto pasadas– no ha servido sino para decirle a mi cuerpo que en cama se estaba de cojones. Así que aquí estoy, picando teclas para no dormir.

Abrí el navegador, tecleado la dirección, escrito mil veces mal la contraseña y, cuando al fin consigo loguearme, me doy cuenta de que tengo varios comentarios en la sección de spam. No suelo pararme a leer el spam. No necesito comprar viagra ni oxycodina, pero debe ser que la neurona de momento no me da para más y me puse a observarlo con cierto detenimiento.

Básicamente puede haber tres clases de spam en la bandeja de comentarios de un blog: el proxeneta, el contrabandista y el pelota.

El spam-proxeneta es el que te promete enlaces a páginas cargadas de famosos y famosas como la madre los trajo al mundo y enlaces a páginas donde hay más tetas que en una fábrica de prótesis mamarias. Curiosamente,y en contra de lo que dicta toda lógica en internet, no es precisamente el tipo de spam más frecuente. Quizá deba escribirle a un amigo bloguero que tengo por ahí y que dice que el problema de este país es que se folla poco… igual la gente empieza a estar servida y no hace falta tanta publicidad. Quizá se haya resignado, dirá mi amigo. Vayaustéasaber.

El segundo tipo es el spam-contrabandista. Si las letras en pantalla tuviesen voz y cuerpo, estarían escondidos en la parte más oscura y poco transitada de la pantalla y al pasar el puntero por la cercanía de su dominio te susurrarían «pssst… ¿necesitas viagra? ¿oxycodina? te la consigo por cuatro perras y te la mando a casa» a la vez que abrirían su abultado chaquetón  mostrando un m0ntón de enlaces colgando. Este quizá sea el tipo de spam más habitual, por lo menos en mi blog.

Por último, y como novedad novedosa recién llegada, el tipo de spam más curioso: el spam-pelota.

El spam pelota no va a publicitar nada directamente. Simplemente es un comentario que te dice en español de google –que está más de moda que el cervantino– cosas como «hey me gusta un mucho tu artículo. Necesitaba esa información muy bastante. Seguiré tu blog» o preguntandote cómo hacer algunas cosas en tu blog que tiene todo el mundo y, curiosamente, yo no tengo en el blog. En fin. La mayoría están en inglés o un castellano muy muy muy requete simple, lo suficiente como para que algún traductor automático lo pueda traducir sin meter mucho el zueco.

¿Donde está el truco? No venden nada, no publicitan enlaces o al menos directamente. El tema está en el nombre que se ponen, o la URL que indican para el comentario o simplemente la dirección de correo. El incauto que responda qué utilizó para mostrar los últimos comentarios –porque siempre te piden que respondas a su email– que se prepare para recibir hordas y legiones de spam-proxenetas y spam-contrabandistas, porque obtendrán una dirección de email válida, activa y cuyo dueño responde a correos y comentarios sin pensarlo demasiado.

En fin.

Siguiendo con la entrada, quisiera dedicar unos segundos a la reflexión y mostrar mi más sentido afecto a los pantalones vaqueros. A los jeans de toda la vida. Ese tipo de pantalón que es prácticamente eterno. Como mi pantalón vaquero gris ceniza que antaño era más oscuro que los cantantes de los Platters. Era negro, negro, negro. Además, es la prenda de vestir que más se adapta independientemente de la situación, moda o circunstancias. Un mar de ventajas, vamos. A saber las más destacadas:

– No es necesario subirles el dobladillo: Puedes doblarlo un poco hacia dentro y listo… o mejor ni te compliques, deja que se arrugue sobre las zapatillas que queda molón.

– No hace falta plancharlo. Al rato de estar sentado en cualquier sitio y haber caminado un ratito, estará perfecto.

– Ainssss, que rabia se me ha roto el pantalón en la rodilla-pantorrilla-culo-canilla-lateral-dobladillo (elíjanse las que se prefieran). ¡No importa! Ya nos enseño Bon Jovi a mediados de los noventa que se puede llevar un pantalón vaquero roto, lo que se dice roto de verdad, y aun así seguir molando.

– El color del pantalón no te acaba aburriendo. Con el paso del tiempo irá mudando y acabará siendo de un color totalmente diferente al que tenía originalmente.

Y al final de los tiempos, cuando ya esté de verdad para tirar… ¡Siempre puedes usarlo para trabajar en casa!

Si es que son todo ventajas, por algo Chuck Norris siempre va en vaqueros.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque van a desparecer. Al menos tal y como los concebimos actualmente. En breve serán más cortos, aproximadamente a media canilla, dejando a la vista toda suerte de calcetines. Es más que probable que el gobierno ante la constante subida del precio del algodón –ha duplicado su precio en la última década– decida aplicar medidas restrictivas para fomentar el ahorro y ¿cómo se puede reducir el coste de los vaqueros? O los hacemos de esparto o recortamos la cantidad de tejido empleado. Disparatado, dirá más de uno… ¿pero qué diferencia hay con respecto a lo de los 110 km/h?

Por último y ya finalizando, no se si recordaréis que hace algún tiempo había escrito un post acerca de las redes sociales. No, no me hecho un facebook… pero me hice un twitter. No estoy enganchado –que lo dejo cuando me de la gana… pero ahora mismo no quiero 😛 –. Me parece una forma más que buena de estar al día y estar en contacto con gente. Lo primero porque sigo los tweets de la Nasa, Punset, agencias de noticias, de alguna web de ciencia y tecnología y lo segundo porque a pesar de que relativamente poca gente cercana mía usa twitter acabé por seguir a un pequeño grupo de gente que en 140 caracteres muestran su forma de ver las cosas que les suceden y observan. Resumidas cuentas: telegramas de la propia vida.

Una cosa que me pareció supercuriosa es que las redes sociales han evolucionado tanto que han desarrollado sus propias costumbres y usos. Por ejemplo, es frecuente que los viernes se haga un #FF, hashtag –etiqueta– de Friday Follow. Un #FF viene siendo que tú recomiendas a otros usuarios que sigan a determinadas personas perpetuándose y densificándose la red social… lo cierto es que gracias a estos #FF he comenzado a seguir a gente que me cae bastante bien o, al menos, todo lo bien que te puede caer alguien en 140 caracteres por mensaje.

Después está el retweet, que viene siendo algo como «pasa la voz» con lo que muchas veces el que busca o necesita algo acaba encontrando lo que necesita. «Busco piso en Villarrepujada de Torondia. Porfa RT –siglas de retweet–» entonces se va corriendo la voz entre un montón de personas y alguna puede acabar ofreciéndote la solución. Ya he visto de los más dispares, desde causas sociales o médicas hasta soluciones a algún problema de trabajo.

No sé. Los que me conocéis sabéis que yo siempre he sido muy reticente a usar esto de las redes sociales, pero en Twitter, como el concepto es radicalmente diferente al de facebook pues me ha gustado.

Si alguien tiene o se hace un twitter mi usuario es @zalorc

Ale, nos seguimos 🙂

PD. Buscad «241543903» en google images y alucinad.

4 comentarios en “Spam pelota, pantalones vaqueros y los pajarillos”

  1. Asi que lo puedes dejar cuando quieras……????? xa xa
    jajajaja

    Muy bueno la reducción de los pantalones vaqueros, no me extrañaría nada cualquier medida absurda con la que puedan decir que van a ahorrar como reducir a 110km/h la velocidad de las autopistas, que los hombres no usen las corbatas en verano, en fin… no sigo que me enciendo!

    Saludos a tod@s!

  2. Hola de nuevo.

    He decidido leer todos los post que no había leido del tirón y bueno aún sigo en ello.

    Sobre el spam yo destacaría uno que me trae por la calle de la amargura(spam en gmail).

    Resulta que tuve la gran idea de aceptar unas invitaciones para entrar en sonico y en skoots (o como mierda se llame). El caso es que después de entrar y completar minimamente el perfil me di cuenta de que este tipo de red no es lo mio y quise darme de baja, pero se me olvidó la clave para entrar en mi perfil y borrar la cuenta y ahora tengo el spam de gmail con frases tipo: «Fulanita de tal ha escogido una postal para ti!!» Que guay, que ilusión me hace!

    Sobre los vaqueros pues si, creo que es el tipo de pantalón que más uso. Es más, aún tengo unos que deben de tener unos 11 o 12 años y ahora me quedan un poco apretados. Están gastados y se empiezan a deshilar por las costuras de la bragueta pero aún me los puse hace no mucho y me gustan un montón.

    Por último solo hacer una observación sobre el comentario de Rosy.
    Resulta que hicieron una prueba con un coche por autopista a 120 un tramo y después otra prueba con el mismo coche y el mismo tramo a 110 y el ahorro de combustible fue de un 8%. No me acuerdo si el medio en el que vi el reportaje era un medio afin al gobierno o no pero ahí queda.

    Nos vemos.

  3. Hombre, yo sí que he notado el descenso en el consumo del coche. Ha pasado de consumirme un 7.3 a un 7.2/7.1, que ya ves.

    De todos modos la medida no es acertada ni de lejos. Es lo mismo que si mañana quieres ir al cine y te aparece un tipo de Hacienda que no te deja entrar y te dice «No, ya has ido al cine dos veces. Tienes que ahorrar.» y te manda para casa. Tú tienes el derecho a bien/malgastar tu dinero donde quieras… en fin.

    Con respecto a lo de los correos del estilo Menganito te envia nosequecosa, sí, a mí todavía me llega alguno por circunstancias idénticas a las tuyas… solución: lo mandas a Spam un par de veces y ya está, después se irá directamente a donde arden los correos.

    Gracias por volver :)))

  4. Es cierto, si lo miramos de manera individual nos puede parecer una miseria el ahorro pero si aplicamos esos 0,2 o 0,3 litros a 25 millones de coches que hay en España pues si que aumenta el ahorro. Con esto no quiero decir que estee a favor. Pienso que hay otras maneras de hacerlo como por ejemplo acabar con el 75% de los ayuntamientos que hay en España que son los que realmente nos estan chupando la sangre.

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