Becarios, pedir ayuda y la letra «a»
La fábrica empieza a vaciarse lentamente a medida que se acercan las ocho de la tarde y, por lo tanto, las oficinas empiezan a encontrarse a oscuras. Mientras tanto en la especie de atalaya en donde se encuentra la mesa en donde estoy, rodeado de papeles y cacharros, todavía hay luz y salvo imprevisto la Leer más …