Los pesimistas, las cosas buenas y gatos subidos en los árboles
Ya tenía yo ganas de volver a sentarme delante del teclado con claras intenciones bloggeras. No es exactamente la situación en la que yo quería volver, me había propuesto volver a escribiros sentando en una cafetería, con el solecito primaveral bañándome el rostro y un cigarrillo consumiéndose en el cenicero… y casi lo consigo, excepto Leer más …